Se adoptó un enfoque gráfico vibrante e inmersivo, basado en una paleta de colores saturados con contrastes marcados. Las ilustraciones centrales están integradas en un estilo semi-realista con efectos artísticos que acentúan el movimiento. La tipografía aporta un carácter rebelde y urbano. Los escenarios emblemáticos (la Plaza de Toros y el Torii japonés) anclan visualmente cada póster en su lugar geográfico, manteniendo al mismo tiempo una armonía visual entre ambas piezas.
Cada póster capta la atención desde el primer vistazo gracias a una composición vertical dinámica y una puesta en escena espectacular. El fondo texturizado en azul actúa como un vínculo visual y emocional, acentuando la sensación de velocidad y libertad. El conjunto crea una firma visual fuerte, ideal para una campaña exterior en un contexto urbano o de eventos, en perfecta sintonía con el ADN audaz de Red Bull.